Este año, desde el 2 hasta el 13 de mayo, están las puertas abiertas de los Patios de Córdoba y Alquimia para el Alma, en el Patio de la C/ Marroquíes, 6, galardonado con el Primer Premio de Arquitectura antigua, también te da la bienvenida.
Hace unos días, uno de los visitantes me regaló una pieza del puzzle de la historia de nuestra tierra andaluza, a partir del dibujo que encontró en una baldosa del suelo antiguo que hay en este taller. Se trata de una flor de 8 pétalos, me contó que es el símbolo de la Diosa del Amor y la Belleza (Astarté, Afrodita, Venús, María, según la civilización fenicia, griega, romana o cristiana), presente en la arquitectura y el arte andaluz: la rosa de 8 pétalos.
Me revela que Afrodita, la diosa de Andalucía, saliendo del mar, es la figura desnuda femenina con las olas en los tobillos que nuestro traje de flamenca representa.
Así mismo me sugirió que recupere el aceite esencial de mirto o arrayán pués era el aroma de la Alhambra y la Mezquita en sus cultos, y cuyo origen estaba en el templo de la Diosa, por sus propiedades afrodisiacas, para el disfrute de la sexualidad sagrada. (Tomo nota).
Continuaba explicándome que los romanos dividieron las cualidades de la Diosa, ubicando a la Venus del Cielo donde hoy se encuentra la Mezquita y la Venus de la Tierra en el lugar de Medina Azahara. Y que hoy día, los Patios son el lugar privilegiado donde la Diosa vuelve a ser UNA.
Yo no había hecho esta lectura pero siento que así es, pues cielo y tierra se funden en una experiencia física y mística, el disfrute de los sentidos, nos conducen a la paz y al equilibrio para nuestra alma .
Yo no había hecho esta lectura pero siento que así es, pues cielo y tierra se funden en una experiencia física y mística, el disfrute de los sentidos, nos conducen a la paz y al equilibrio para nuestra alma .
Así pues una planta de arrayán, ( del árabe hispánico arrayhán, aromático) completará la colección de plantas y flores y será otra mención expresa a la bendición de la Diosa que ungirá, en estos días, desde nuestros patios a sus visitantes.
Gracias Tomás por alumbrar la simbología de nuestra historia.
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