lunes, 20 de diciembre de 2010

SOLSTICIO, LUNA LLENA Y ECLIPSE TOTAL DE LUNA

El próximo eclipse total que ocurrirá el 21 a las 9,17 horas, tiene algunas particularidades añadidas debido a los tiempos que ya estamos viviendo, y que me gustaría, me han pedido, que comparta brevemente.
El eclipse conjunta a su vez, con el nodo norte y con Plutón, aspecto del que ya hemos hablado. Además, Plutón y dicho nodo forman parte de la semicruz cósmica (en estos momentos algo más relajada, porque Saturno está algo más avanzado y ya no hace aspecto, aunque promete volver) de la que tanto se ha hablado astrológicamente, responsable arquetípicamente de la crisis ecónomica, social y más... ya que están involucrados en ella casi todos los planetas lentos.Todo ello hace que este eclipse marque, probablemente, un antes y un después, un cambio de etapa respecto de lo que ya hablamos en nuestro anterior mensaje para estos tiempos. Primero porque eso es lo que representa un eclipse y segundo porque hay en éste, muchos planetas involucrados que le dan fuerza.
Antes que nada, comprendamos bien lo que es un eclipse, evitando connotaciones fatalistas de épocas medievales: Si miramos el cielo, lo más importante que vemos en él son el Sol y la Luna. Con mucho, son los astros que más parecen afectarnos y que más directamente captan nuestra atención. Se dice, alegóricamente, que un eclipse es un acto de amor entre el Sol y la Luna (se afectan el uno al otro). El Sol, arquetipo entre otras cosas de la energía masculina, así como la Luna, arquetipo de la femenina, cuando conjuntan y se relacionan "fertilizan" los aspectos que tocan. Por eso, en astrología se dice que, cuando un eclipse total (más cercano a los nodos) afecta poderosamente a un planeta, a pocos grados, habrá un antes y un después respecto del significado de ese planeta en nuestra vida. Se produce un cambio de etapa, habrá "nacido" una nueva criatura arquetípica celestial, fecundada por el Padre Sol y la Madre Luna.Más racional: un eclipse es una luna llena o nueva que coincide con el eje nodal y eso ocurre, aproximadamente cada 6 meses. Después de un eclipse total hay, normalmente, un eclipse parcial (más lejano) en la próxima lunación, 14 días después.
Con Plutón los cambios, tan profundos como la propia muerte, (una muerte de forma, no de esencia) se realizan siempre en la oscuridad. No son evidentes hacia fuera, aunque hacia adentro la transformación produzca una verdadera catarsis emocional, un sentimiento de muerte y de renacimiento.Tratándose del Dios del Hades, la transformación que tiene lugar, si bien es la mayor posible arquetípicamente hablando, no es visible externamente hasta que ha finalizado la etapa por completo. Esto quiere decir que, muy probablemente no seamos del todo conscientes de las transformaciones que se estén produciendo en estas fechas, sobre todo a nivel colectivo, hasta que éstas den su fruto más adelante. A título individual y colectivo nos vemos sometidos a una oleada de emociones conflictivas que nos embargan y que nos llevan más allá, a transformarnos muy profundamente por dentro, en busca de una nueva forma que se adecue mejor a los nuevos paradigmas que parecen haberse establecido en el exterior. Pero mientras experimentamos internamente que los cambios se van produciendo, con más o menos dolor dependiendo de nuestro apego a lo que muere, en lo externo no percibimos aún nada..... Es como la metamorfosis de la oruga, cuya muerte (disolución) en la crisálida es previa a una nueva vida.... pero por fuera no se vislumbra aún, aunque esté a punto de salir.
Pues bien, el 21 hay una gran conjunción múltiple: el nodo norte, Plutón, el Sol, Mercurio retrógrado y Marte, todo ello en Sagitario y opuesto a la Luna en Géminis.La conjunción es el aspecto más poderoso: es una unión de las fuerzas arquetípicas de cada planeta.Sagitario es el signo por excelencia de lo religioso, de la idea de Dios. Ya hablamos de ello cuando hablamos del aspecto Plutón-nodo norte en Sagitario. Todos estos planetas haciendo aspecto al mismo tiempo, le dan una gran fuerza a toda la carta. Dan un gran impulso a lo que representa Sagitario y a cualquier planeta que pueda haber en esa parte de nuestra carta personal.Marcurio retrógrado nos hace revisar mentalmente aquello que hemos hecho hasta ahora, Marte le da energía a todo el aspecto, lo "enciende".La idea de lo religioso, de Dios, se está transformando poderosamente en nuestra sociedad desde que Plutón transita por Sagitario desde hace unos años (más o menos desde 2004). Nuestro poder (Plutón) religioso (Sagitario) está siendo asumido, poco a poco, en masa. Siempre hay quien se niegue a aceptarlo, pero esto forma parte del mismo juego de Dios.Es precisamente, la resistencia a la evolución la que causa el mayor sufrimiento y ésta es elegida por algunas almas para que el juego pueda continuar, para que otras "jueguen" a despertar del mismo juego. Júpiter, todopoderoso desde Piscis, su signo regente, conjuntando a Urano, cuadra (aspecta en tensión) a la conjunción múltiple. Con Urano, arquetipo de la verdad, de lo colectivo, de la mente transpersonal, los sucesos pueden ser drásticos y repentinos. La transformación tendrá momentos de avance sorprendente y drásticos. Júpiter engrandece todo lo que toca. Además Júpiter, muy fuerte ahora por estar en Piscis, tiene el mismo significado arquetípico que Sagitario (es su regente), lo religioso, el pertenecer a algo mayor que uno mismo, con un sentido, el sentido profundo de la vida, la verdadera religión, (de re-ligare, de unir). Además existe un aspecto armónico de Neptuno desde Acuario a la conjunción múltiple. Si Júpiter es lo religioso, Neptuno es la espiritualidad, el arte, aquello que nos evoca el paraiso perdido, la emoción transpersonal-colectiva. Esta transformación, si bien profunda y en algunos momentos crítica, está "apoyada" desde planos más espirituales, seamos nosotros mismos u "otros" ajenos.Neptuno conjunta a su vez a Kirón, el sanador herido.. que curaba a otros porque él mismo tenía una herida incurable, como terapia para su propio dolor... Hay un dolor colectivo, un sentimiento de embriaguez de juego, de añoranza de otro mundo, de apatía y saciedad por éste que muere, que compartimos colectivamente y que representa a la perfección la muy estrecha conjunción de Kirón con Neptuno. La Luna, desde Géminis, arquetipo de la forma, nos hace vislumbrar el juego de los opuestos. La idea de que la mente es la que crea y también la que puede engañarnos, si es que preferimos seguir percibiendo el juego de los sentidos como algo con significado por si mismo, como algo "real" y no como lo que es, un juego. Al ser la Luna la "Madre" también materializa, densifica, trae a este plano o "alumbra" las energías que recibe y con las que aspecta. Venus (arquetipo de los valores, del amor), poderosamente está en Libra, (su signo regente) sin aspectos, es el único planeta sin aspectos. Esto quiere decir que el amor se percibirá muy poderoso en sí mismo, sin mezcla de otro tipo de energías (planetas). Venus en Libra sin aspectos, representa el amor puro que se expresa feliz y realizado en el otro (Libra). Ser felices cuando el "otro" es feliz. No hay más, con ello es suficiente para una expresión total y muy poderosa del amor.... El día 7 por la mañana (el día de la tormenta) así como el 10 de este mes, el 14, son días en que este aspecto de conjunción se activa un poco más, para que podamos percibir qué tipo de energía nos trae. El 21 será más poderosa, porque la energía del Padre Cielo y la Madre Tierra se unen para fertilizarlo... según los antiguos, (tal vez poetas), en un abrazo de amor...... Parece que el cielo reflejara la aspiración a un nuevo mundo, a través de la concepción creada por los dioses y diosas en que nos estamos transformando de nuevo poco a poco, recordando lo que en realidad somos.... y este eclipse lo escribe en el cielo en letras del lenguaje de Dios.

Mª Ángeles García, astróloga.

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