lunes, 4 de octubre de 2010

CONFÍA, SUELTA, FLUYE



Una de las vivencias del otoño cuando estamos sintonizados con él, son las despedidas. Nos separamos de energías que ya no nos son afines y se materializan en objetos, personas y situaciones, cual si de las hojas de un árbol caduco se trataran. Para avanzar en nuestra vida vamos caminando junto a otras personas, muchas veces hacemos gran parte del camino juntas, otras sólo un trayecto más o menos corto, pero por diferentes motivos, los senderos se bifurcan. Cuando nos separamos de un ser querido, el significado de la separación es muy personal y nos conecta emocionalmente con todas las anteriores separaciones de nuestra vida hasta llegar a la primera, la original, la del vientre materno. Inconscientemente volvemos a vivir los dolores del parto, el miedo, el desconcierto, el abandono...El agua está presente en esa primera separación, nos acompañó en la gestación y se adelantó abriéndo el canal de la vida, y tratando de hacernos comprender cual es la actitud adecuada cuando las circunstancias nos presionan: fluir.

El agua, símbolo de vida, está viva mientras fluye, no se resiste, se cuela por donde puede, se filtra, y vuelve a la superficie, según la porosidad y el relieve con los que se encuentra en el camino. Nos invita a la flexibilidad, a dejarnos vivir , soltando todo lo que nos ata, dejando que las arenas se vayan al fondo, en confianza de que en el río, no desaparecemos, nos hundimos y volvemos a flote, nos unimos y nos separamos una y otra vez. Al final de esta aventura todos nos fundiremos en un gran océano de VIDA y AMOR.


Entre las flores de Bach se encuentra una que no es una flor, es el Agua de roca, es la energía de la flexibilidad, del fluir. Puedes impregnarte de la misma si sientes que tu vida necesita soltar patrones rígidos. También está la Genciana, que da un enfoque a la vida más positivo en situaciones de desánimo y pesimismo.

Entre los abundantes aromas que la naturaleza nos regala, está el del jazmín, que nos encauza hacia la confianza a pesar de nuestros miedos, el incienso que nos hace sentirnos protegidos cuando nos parecemos vulnerables ante los embites de la vida, o la rosa que nos embriga con el Amor, cuando nos sentimos aislados.

Son algunos de los elementos que la Madre Tierra nos brinda y con los que yo puedo apoyarte en tu andadura.

Puedes recibir una sesión de Masaje aromaterapéutico con estas u otras esencias de plantas.

O puedo elaborarte algunos de tus cosméticos habituales con las mismas u otras que necesites.



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